Los que conocemos, medianamente, la cruda realidad que predomina en la amplia región denominada “EL IMPENETRABLE”, somos conscientes de que es un territorio que se caracteriza por la pobreza extrema y la máxima exclusión social. El otro costado, penoso, que rodea a la gran mayoría de los pobladores de la región, es que están sometidos a un verdadero ESTADO DE INDEFENSIÓN dado que el servicio de justicia verdaderamente no funciona en toda esta amplia geografía chaqueña. Por ejemplo, quién vive en Fortín Belgrano debe recorrer más de 400 kms. para llegar a J. J. Castelli, punto terminal de la justicia penal, civil, comercial, laboral y administrativa, tomándose en cuenta la Circunscripción Judicial que contempla El Impenetrable.
Los poderosos de la zona, y sus socios extramuros, políticos y económicos, explotan, abusan, atropellan y hacen lo que quieren con las comunidades indígenas y los criollos pobres. Entre los intendentes, jefes de comisarías, jueces de paz, directores de hospitales y consorcistas, manejan la vida y los bienes de los sectores pobres, con total impudicia, seguros de gozar de una inquebrantable y absoluta impunidad. Por esto es que siempre decimos que El Impenetrable es un territorio de pobres, indefensos y filibusteros, que se aprovechan de todos los modos y de todas las maneras imaginables, especialmente cuando son funcionarios públicos, particularmente cuando son dirigentes, esencialmente políticos o aspirantes a serlos.
El breve panorama que reseñamos parecería ser la expresión de personas exageradas; sin embargo, quienes conocen aquella realidad saben que las comunidades excluidas, que son la inmensa mayoría de criollos e indígenas que viven en la zona, se encuentran sometidos por POBREZA e INDEFENSIÓN. Entonces, no se puede perder más tiempo en poner en funcionamiento un JUZGADO MULTIFUERO en Misión Nueva Pompeya, cuya creación ya ha sido contemplada por ley. Ningún motivo o causa puede justificar que el poder judicial chaqueño continúe en mora e incumpliendo con la prestación del vital servicio de justicia.
(Rolando Nuñez, coordinador del Centro Mandela)
