domingo, 11 de diciembre de 2011

Vicentes González asume su cuarto mandato

Misión Nueva Pompeya (enviado especial): Sin la compañía de sus habituales sponsores políticos del radicalismo, ni de la mayoría de las autoridades de las instituciones locales, y mientras en Buenos Aires se preparaba la asunción presidencial, el pasado 10 de diciembre asumió por cuarta vez el radical rosista Vicentes González, junto con el pastor wichi Luis Gimenez como presidente del Concejo, su correligionaria Limbania Albornoz (también por cuarta vez) y el justicialista Luis Saravia.

El sacerdote católico Fernando Croxatto declamó una poesía dedicada a la Patria, en el marco de la bendición a la nueva gestión municipal, siguiéndole por su parte la bendición del pastor anglicano Eusebio Núñez. Luego la concejal Albornoz se dirigió en prosa - sin sospecharlo- a un auditorio que llamó la atención por lo reducido, tal vez como consecuencia del baile de la noche anterior, y le pidió a Dios que le de inteligencia, pedido al que se unió con fervor el resto de la población que la escuchaba tanto en vivo y en directo como por la radio Municipal. Por su parte, ambos concejales Wichí prometieron trabajar “para todos”, tal vez queriendo romper la tradición de que los concejales trabajan únicamente para el intendente, o en su defecto, para los que él les indica.

Luego hizo su alocución el intendente González, con impecable traje color crema y corbata al tono, quien como es habitual no hizo más que tropezar con sus propias palabras. Finalmente, asumió el secretario de gobierno, el bibliotecario Walter Cardozo, quien prestó juramento por su (supuesto) honor, y su familia, pero no por Dios, hecho que llamó la atención ya que es un concurrente asiduo a la Iglesia Católica, con lo cual todo hacía sospechar que creería en Dios. Algunos suspicaces interpretaron que justamente es su fe en Dios lo que le hace temer que luego realmente “se lo demande”, lo cual desnudaría sus verdaderas intenciones al asumir su cargo.

El gran ausente de la ceremonia fue el concejal justicialista saliente Francisco González, quizás temiendo recibir los mismos epítetos de “traidor” e “hijo de puta” que recibió el ex vicepresidente Cobos en estos últimos días. Tampoco estuvieron los dirigentes justicialistas que colaboraron en la victoria de González en las elecciones, como Chicho Giménez, Beto Baez y Tiburcio Gil, en cambio el dirigente Wichi David Chuteley se fundió en un cálido abrazo con el intendente, lo cual dio lugar a diversas interpretaciones. El vocal del Idach tampoco estuvo presente, seguramente no pudo sobrepasar el estado etílico en que se encuentra desde que salió elegido sin votos para su cargo.

Terminado el acto, el locutor que otras veces trabaja de testigo en los juicios del intendente, invitó a los presentes a participar en la repartición de la torta, invitación recibida con desconfianza – no se sabe por qué motivo- por la mayoría de los presentes.

Abrumado por una decena de derrotas judiciales, y otros juicios en curso, González asumió acompañado por dos supuestos abogados, al tiempo que no se pudo comprobar la presencia de la joven abogada local que recientemente habría protagonizado un conflicto familiar en la alcoba del intendente. La Fiscalía de Investigaciones Administrativas y el Tribunal de Cuentas recibieron hace algunas semanas un pedido de realizar una exhaustiva investigación sobre dichos juicios, pedido suscripto- entre otros ciudadanos- por el concejal justicialista Luis Saravia.